sábado, 24 de enero de 2015

La parábola de los talentos, caso Venezuela

     En noviembre del 2014 fui a una misa en una capilla ubicada en La Urbina, Caracas. Me convocó la necesidad de compartir la tristeza porque alguien muy querido había hecho sus maletas y se había ido con el Padre.
     Me sorprendió ver una modesta capilla repleta de gente un sábado a las seis de la tarde. Todo quedó aclarado cuando el sacerdote comenzó la homilía dedicada a la "Parábola de los talentos".
     Comenzó diciendo el cura que en esa parábola había un problema de traducción y eso me hizo concentrarme en sus palabras. Explicó que 'talento' era una palabra polisémica y que los traductores, a veces, parecía que traducían mal para que la gente no entendiera el evangelio."Ya está -pensé, picada por su concepto- 'traduttore-traditore'. La culpa siempre es del traductor." Aunque en el fondo estoy consciente de que, especialmente en el caso de la Biblia, eso pudiera ser casi axiomático.
     Relató la parábola en estos términos: "Un rey muy rico dio a uno de sus siervos cinco talentos y le dijo: 'cuida de ellos que pasado el tiempo yo vendré a ver qué haz hecho'; a otro siervo le dio dos talentos y le dijo: 'cuida de ellos que pasado el tiempo yo vendré a ver qué haz hecho'; y a un tercer siervo le dio un solo talento y le dijo: 'cuida de este talento que pasado el tiempo yo vendré a ver qué haz hecho'. Después de mucho tiempo, el rey fue a visitar al siervo que a quien había dado cinco talentos y encontró a éste viviendo muy bien, había prosperado mucho. El siervo le dijo: 'Aquí tienes tus cinco talentos, Rey. Cuando me los diste los invertí y pronto tenía el doble'. Dijo entonces el Rey: 'Pues bien, como has cuidado bien de tus talentos, te doy más responsabilidades, quédate con los diez talentos." Fue luego a visitar al segundo siervo y lo encontró igualmente próspero. El siervo le contó: 'Aquí tienes tus dos talentos, Rey. Cuando me los diste los invertí y pronto tenía el doble'.  Dijo entonces el Rey: 'Pues bien, como has cuidado bien de tus talentos, te doy más responsabilidades, quédate con los cuatro talentos." Finalmente, fue a visitar al tercer siervo y lo encontró sumido en la pobreza. Ese tercer siervo le dijo: 'Toma el talento que me diste y acto seguido cavó en el suelo para sacar el talento mientras decía: 'cuando me lo diste, pensé que como a ti te gusta cosechar lo que no has sembrado y recoger lo que no has esparcido, mejor yo enterraba ese talento y te lo devolvía intacto cuando volvieras. Toma.' A lo que el Rey respondió: 'Has sido perezoso', y llamó a sus guardias dándoles la orden: 'quitadle cuanto tiene."
     Y continuó el sacerdote: "Habrán adivinado que el Rey es Dios. Ahora les pregunto: ¿actuó con justicia?" El silencio era ensordecedor. Respondió entonces: "Claro que si. No me vengan conque le quitó todo al pobre y al rico le dio el doble. Que además, aquí entre nos, 'pobre' también es una mala traducción." ¡Y dale el hombrecito con las malas traducciones!
     Explicó entonces el cura que esa parábola se refiere a los talentos o dones de que estamos dotados los humanos, que en muchas traducciones 'talento' se registra como dinero, pero que eso es un falso sentido. Se refirió al hecho de que todos los seres humanos tenemos talentos pero que esos talentos son diferentes, que nuestro deber es descubrir cual es el nuestro y usarlo en nuestro beneficio y en beneficio de los demás. Ahí comencé a respetar su idea de que la culpa es de los traductores.
     Dijo más, mejor dicho vinculó eso con otra idea, con una piedra angular de la religión católica: los mandamientos. La pregunta que lanzó fue: "Según la Biblia, ¿cuáles son los mandamientos? Alguien que creía saber mucho contestó: 'son diez y están en las Tablas de Moisés'. El cura se rió de buena gana y le dijo: 'No, los mandamientos de Dios están en el Génesis y son tres: 1.- Creced y multiplicaos; 2.- Parirás a tus hijos con dolor; y 3.- Ganarás el pan con el sudor de tu frente [perdonen si ese no es el orden, formo parte de la legión que no ha leído el Génesis]. Es esta la razón por la que Dios fue justo con los siervos. El hombre tiene que crecer, es decir, formarse, crecer de aquí, y se tocaba la calva, solo así podrá trabajar para mantener a su familia (tercer mandamiento). Multiplicarse no quiere decir solo tener muchachitos, no señor, es usar todos los talentos para bien y prosperar. Y 'parirás con dolor' no hace referencia solo al hecho de dar a luz, no señor. ¿En qué momento las madres terminan de parir un hijo? Esto se refiere a parir, en el sentido estricto de la palabra, y a educar, formar para la vida. No es más, esos son los únicos mandamientos de Dios. Las tablas de Moisés, son normas para la convivencia, eso es otra cosa, ¿o ustedes creen que Dios tenía tiempo para perder 40 años divagando por el desierto y luego ponerse a escribir en unas piedras, después romperlas para volver a empezar? No. Los mandamientos de Dios son los tres que les acabo de nombrar y están en el Génesis de la Biblia."
     En ese momento comencé a querer escuchar la exégesis completa de la Biblia que debe hacer ese Padrecito. Y empecé a bendecirlo cuando trajo ese relato a nuestra vida y lo ilustró así: " A nosotros, los venezolanos, nos ha pasado exactamente como al tercer siervo. Dios nos proveyó de las riquezas más grandes, es decir nos dio cinco talentos, y ¿qué fue lo que hicimos nosotros? Malbaratarlos. Nos dedicamos a vivir de las rentas. No crecimos no nos multiplicamos, no ganamos el pan con el sudor de nuestra frente. Ahora vino a preguntarnos y como lo que encontró no le gustó, nos quedamos sin nada. Esto no es política, es evangelio."
     ¿Qué hace la Parábola de los talentos en Las vainas de Tatiana ? Simple. Quien ocupa el cargo de presidente de la República resumió su memoria y cuenta del año 2014 en una oración: "Dios proveerá." Claro, eso fue para cerrar y en franca alusión a los planes económicos para 2015.

1 comentario:

  1. Prima, me gustó tu alusión, aunque difiero un poco del "Padrecito", en efecto "Talento" fue la moneda de la época de Jesucristo o desde antes, pero también en sentido Bíblico quiere decir o se refiere a los "Dones" que DIOS nos da; como lo usemos?, eso le rendiremos a DIOS en su juicio a nosotros.
    Las confusiones Bíblicas llegan porque, los encargados de llevar la palabra de DIOS no la explican e interpretan como debería, sino a su juicio. Estoy convencida que nos va mal porque somos desobedientes a la ley de DIOS.
    Los mandamientos literalmente son 10, pero la Biblia esta llena de mandamientos, pero tambien esta llena de promesas, Jesucristo en el Nuevo Testamento, resumió "Los Mandamientos" de esta manera:
    Mateo 22:36-40Reina-Valera 1960 (RVR1960)

    Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
    Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
    Este es el primero y grande mandamiento.
    Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
    Cuando uno cumple estos dos mandamientos, esta cumpliendo con los otros 10 y todos los demás.

    Los 10 mandamientos en la Biblia son como la constitución en nuestros dias.
    Hay leyes que debemos cumplir para poder tener una vida como quiere DIOS.
    Lamentablemente nos preocupamos mas por lo que tenemos y vivimos aquí, que por como será nuestra eternidad. No es fácil entenderla y no es fácil cumplirla.
    Y si no cumplimos los mandamientos que nos dejo DIOS, pues mucho menos cumpliremos las leyes que nos ajustan los gobiernos. Comenzando por los gobernantes, que asumen que la constitución es para los demas.

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